Al igual que pasaba con los zapatos, hay diferentes tipos de moño, aunque todos tienen como denominador común su inspiración en las clases de danza clásica.
El moño despeinado es la versión más fácil de hacer, y también una de nuestras favoritas porque resulta al mismo tiempo chic y desenfadada. No hace falta que alises tu cabello antes de recogerlo, simplemente haz una coleta a la altura de la nuca, y recógela alrededor de la gomilla con horquillas. Es importante que el acabado no sea perfecto, y que queden mechones sueltos, tanto en el moño como a ambos lados de la cara.
La siguiente versión del recogido combina el aspecto de acabado imperfecto del primer moño, con un acabado un poco más pulido del pelo que queda pegado a la cabeza. Antes de recoger el pelo, es conveniente alisarlo con cepillo y secador. A continuación, hazte una coleta a una altura media de la cabeza, retuércela bien, y fíjala con horquillas. Puedes completar este look con una diadema, o usar un producto de fijación para dar una textura brillante y pulida.
Un paso más consistiría en reducir las proporciones del recogido mediante el alisado previo del pelo con planchas. En este caso, puedes optar por trenzar el cabello antes de recogerlo en el moño, o por hacer un nudo en lugar de enroscarlo alrededor de la gomilla.
En el extremo opuesto estaría la versión más diva del recogido, alto y de grandes proporciones. Es imprescindible alisar el cabello y acondicionarlo con productos anti-frizz. En esta ocasión, la coleta irá en la coronilla, y para conseguir el efecto de volumen XL es necesario utilizar un relleno especial para moños que podrás conseguir en las tiendas especializadas en peluquería. Es la alternativa más glamourosa, y es perfecta para fiestas y demás ocasiones especiales.
Elijas la opción que elijas, si vas a lucir el peinado estrella de esta primavera, siempre es buena idea complementarlo con joyas, broches o accesorios de carey. Los límites los pone tu imaginación.
Un abrazo... Salón de Belleza "SILVANA"
